Esas penas y esas alegrías vienen embozadas en
una inmensa niebla de pequeños incidentes.
y la vida es esto, la niebla. La vida es una nebulosa.
Miguel de
Unamuno, Niebla
Bruma entre un estado mental y otro. Bruma entre las
emociones y los sentimientos. Bruma matinal incluye todas las transiciones
anímicas y sensibles que se viven al despertar. Este levantar de la conciencia
vislumbra lo más claro y puro. En la obra, Cristina nos muestra la primera
impresión al abrir los ojos. La neblina de Arnedo no esconde nada, detrás de
ella no hay más que niebla y más niebla.
La bruma no confunde tampoco, sino que te envuelve en su levedad
para conectarte con la luminosidad que no molesta la vista. Un deslumbramiento
tan tenue que se difumina con la nubosidad. La artista mantiene la luz en
lugares que tranquilizan al ser. Asimismo, la transparencia es muy profunda
como si se pudiera permanecer dentro del cuadro rodeado de nubes en las
primeras horas del día.
Bruma matinal es el vapor que toca al cuerpo, el aliento
que mueve a las emociones, el soplo que cambia los sentimientos y la
respiración que agita la mente.
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