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miércoles, 28 de octubre de 2015

Hilos luminosos


“Necesito del mar porque me enseña” Pablo Neruda
El polvo de los pigmentos minerales y vegetales que con otras sustancias se convierte en óleo vuelve a su estado natural en “Hilos luminosos”, pues si bien Cristina utiliza pintura y otros elementos en la obra, el resultado final aparenta ser un espacio arenoso con surcos antiguos. Como si se tratara de una bahía por donde han caminado infinitas historias. Las estelas de la arenilla se hacen visibles con la sal marina y los componentes del agua ancestral.
El mar, en su frecuente vaivén, pacientemente va revelando los hilos argumentativos de los personajes que alguna vez los vivieron. Cristina en calidad de artista, pero sobre todo de observadora sensible ve destellos en estas marcas de la arena, porque en un pasado tuvieron uniones y separaciones que hoy por hoy siguen brillando, pese al paso de los años. Para que exista la luz en los pequeños filamentos de la playa es necesario que el océano se agite de emociones diversas y las infunda sobre la arena.
Por Adriana Cantoral 
 

jueves, 1 de octubre de 2015

Líridas de Abril

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Las finas partículas interestelares tocan con las puntas de los pies, en silencio, los cielos de la Tierra. En esta obra, Cristina Arnedo levanta la mirada, a la par que los pinceles, para pintar el manto celeste alterado por las diminutas arenas galácticas. El Dr. Atl, postulaba el aeropaisaje y cosmopaisaje como una manera de acceder a la totalidad del universo. Él aclaraba que su tiempo correspondía al del aeropaisaje, pero que no descartaba ir más allá. De tal modo, la obra “Líridas de Abril” parece un ensayo en honor a las inquietudes intelectuales y artísticas del maestro Gerardo Murillo.
La artista se basa en las apariciones de seres lejanos que acarician la noche. El hilo conductor de muchos de sus cuadros es el estar y el no estar. En “Líridas de Abril” los meteoros son sigilosos protagonistas junto con la luz que permea la oscuridad. El espectáculo nocturno es breve, pero con infinitos encuentros y desencuentros de polvo cósmico. Cristina nos sensibiliza ante esta situación de descubrimiento y misterio con los otros, una dualidad que al colisionarse produce granos de arena análogos al tiempo transcurrido entre las convergencias y las divergencias de los seres.
Adriana Cantoral