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martes, 30 de junio de 2015

Bruma matinal por Adriana Cantoral


Esas penas y esas alegrías vienen embozadas en
una inmensa niebla de pequeños incidentes.
y la vida es esto, la niebla. La vida es una nebulosa.
Miguel de Unamuno, Niebla

Bruma entre un estado mental y otro. Bruma entre las emociones y los sentimientos. Bruma matinal incluye todas las transiciones anímicas y sensibles que se viven al despertar. Este levantar de la conciencia vislumbra lo más claro y puro. En la obra, Cristina nos muestra la primera impresión al abrir los ojos. La neblina de Arnedo no esconde nada, detrás de ella no hay más que niebla y más niebla.

La bruma no confunde tampoco, sino que te envuelve en su levedad para conectarte con la luminosidad que no molesta la vista. Un deslumbramiento tan tenue que se difumina con la nubosidad. La artista mantiene la luz en lugares que tranquilizan al ser. Asimismo, la transparencia es muy profunda como si se pudiera permanecer dentro del cuadro rodeado de nubes en las primeras horas del día.

Bruma matinal es el vapor que toca al cuerpo, el aliento que mueve a las emociones, el soplo que cambia los sentimientos y la respiración que agita la mente.