He vuelto recientemente de Mérida de la 
Exposición Effeto Biennale, y les voy a contar mis impresiones 
sobre la semana tan agradable que hemos pasado en esta bella ciudad donde, como 
es sabido, esos días se celebró también el Equinoxio maya, 
motivo por el cual había una concurrencia extraordinaria de gente para 
disfrutar, como hicimos nosotros, de todo una experiencia vital.
Mérida nos recibió con un clima cálido muy agradable, 
con su magna belleza y la amabilidad de sus gentes. La exposición el Effeto 
Biennale era la prolongación, por decirlo de alguna manera, de la 
Bienalle de Florencia a la que acudí en noviembre pasado, y 
pude volver a compartir charla y conversación con un montón de amigos y 
conocidos.
A lo largo de casi una semana pudimos ver muchas 
cosas. Me gustaron el Museo de la Ciudad de Mérida y la 
museografía a cargo de José Luis Rodríguez de Anda "El Chino", me pareció 
excelente. Ese fue el preludio a la Exposición, donde tuvimos muy buena 
asistencia a la inauguración y al coctail previo en una terraza del 
Museo.
Quizá uno de los puntos más destacables a lo largo de todos los 
días fue la convivencia entre artistas y organizadores, no solo en la Exposición 
misma, sino en los eventos relacionados, de los cuales (como la visita a 
Chichén Itza) formaban parte del programa y en otros que se organizaron 
en el momento.
 
Sin ir más lejos, el día previo a la inauguración 
tuvimos un paseo por el centro de Mérida, visitamos una exposición de 
Frida Kahlo y después comimos en un restaurante de comida 
típica, en una excelente tarde de convivencia.
Para nosotros el 21 de marzo, día de 
Equinoxio, comenzó con el amanecer en unas ruinas llamadas 
Dzibilchaltún y fue un espectáculo extraordinario el que 
vivimos. Más tarde salimos hacia a Chichén Itzá y recordaremos 
el día como uno de los más divertidos, ya que aguantamos estoicamente el sol y 
el calor para ver por la tarde la figura de Kukulkan descender 
por la pirámide. Ya por la noche tuvimos una cena en una Hacienda 
fantástica.
 
Otra de las excursiones que recordaremos siempre 
fue la visita a Uxmal y Kabah con Adelia Sayeg 
y Gabriela Salazar. esas ruinas son impresionantes y muestran la grandeza de los 
antiguos mayas. Nos llenamos y dejamos impregnar por todo el buen ambiente que 
sentimos allí.
 
Desde aquí quiero agradecer a Lilia 
Lamas y Angelina Herrera la invitación al evento, el éxito con el que se celebró el mismo, 
y mandar un fuerte abrazo a todos los amigos que allí nos dimos cita para 
celebrar una semana de arte y convivencia extradordinarias.