La voz del extravío, espesa urdimbre
que la luna evapora, soy la sombra
y la sed, soy la lengua y no sabría
de qué modo se escriben los poemas.
que la luna evapora, soy la sombra
y la sed, soy la lengua y no sabría
de qué modo se escriben los poemas.
Aurelio Asiain
Un hilo rojo se desliza por la pesada y opaca urdimbre de la vida
dejando una estela invisible de palabras tal como lo describe Asiain. En esta
obra, Cristina Arnedo nos hace reflexionar sobre los brillantes filamentos
fugaces que intentan hilvanarse con el aburrido tejido diario subiendo y
bajando por el telar hasta desaparecer del entramado. Esas hilazas de colores
vivos representan los acentos espontáneos que marcan la vida.
Las hojas de plata se asoman esplendorosas sobre las veladuras de óleo
con tonos sobrios y profundos. Las hebras estresadas por el paso del tiempo,
tensas como las cuerdas vocales de una antigua voz y deshilachadas de tanto
vivir permanecen en el eterno telar de la vida esperando a que una vena de tela
las ilumine como ese extrovertido hilo rojo.
La pintora recurre, en varias de sus obras, al tema de las apariciones y
desapariciones de cordeles especiales que atraviesan el entrelazado emocional y
vivencial de cada persona. “Urdimbre III” se exhibió en el Museo de Arte
Moderno del Estado de México durante la exposición “Encuentros" en 2013.
Adriana Cantoral
Título: Urdimbre
III, Reflejo de luna
Medida: 120
cm 100 cm
Técnica: Mixta,
óleo sobre tela
Año: 2012
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