Al igual que hice la 
semana pasada con la crítica de Ingrid Suckaer, esta semana les 
traigo al blog las consideraciones de otra gran maestra del arte y su 
literatura, como son las palabras que a mi obra ha dedicado 
Berta Taracena. Mi aprecio hacia su vida, su verso, su 
trabajo como curadora y su capacidad para sinterizar conceptos pictóricos y 
creativos es infinita. Les aseguro que su lectura no 
decepciona. 
 
Muchas gracias 
Berta, maestra, ya no queda ni una semana para que todo de lo 
que habla, se vea.
 
 
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| Impresión de los catálogos. | 
VARIACIONES Y 
TRANSMUTACIONES EN LA OBRA DE CRISTINA ARNEDO
METAFÍSICA DEL DEVENIR DE LA 
PLÁSTICA EN SU OBRA
Por BERTA 
TARACENA
 
En las superficies 
que trabaja - pintura, escultura, dibujo, artesanías - Cristina Arnedo 
consigue efectos diversos, principalmente incorporar su obra de 
manera poética el espacio y al mismo tiempo jugar con la luz reflejada en la 
composición desenvolviendo su idea plástica en planos diferenciados, a 
veces superpuestos, con lo cual logra vibraciones de color, luminosidad y una 
dinámica óptica que hace su expresión original y propia.
 
El volumen, el juego 
estético coordinado en varias superficies le son característicos, de tal modo 
plasmados, que no se adscriben a una corriente determinada, sino que dejan al 
espectador en libertad para interpretar si las imágenes son una 
representación de la naturaleza, mera construcción espacial, ilusión óptica o 
composiciones abstractas, para crear de este modo un nuevo sistema de percepción 
de lo real, principio consciente de orden y proceso de creación 
controlado.
Para condensar esta 
energía pluridimensional, Cristina Arnedo recurre a sus propios 
medios de quehacer estético principalmente a partir de la luz, 
contando con las zonas interespaciales que esto implica y jugando con 
otros elementos variados, geométricos, abstractos o derivados de la 
naturaleza en todas sus composiciones. Trabaja igualmente contornos 
suaves e incisivos, el esfumato, la disgregación en puntos, las formaciones 
reticulares y por zonas, sistemas de luz y sombra, formación de relieves y 
estructuración de diversos materiales (mármol, piedra pómez, ramas de poda de 
árboles, arena, resinas y hoja de oro y plata, aplicados no solo a la pintura y 
escultura sino al dibujo y las artesanías.
 
La exigencia del 
interespacio en sus grandes series tituladas TRAMA, ENCUENTROS y 
URDIMBRE y varias más, podría sugerir clasificar esta artista como 
constructivista, si bien en su lenguaje hay otras soluciones 
muy diversas de composición ya que la conjugación de sus recursos visuales y 
poéticos da lugar a una expresión rica y dinámica evidente aún para el 
contemplador más profano. Aquí cabe considerar el movimiento sugerido 
poéticamente mediante la sabia disposición de elementos estáticos: difuminando 
perfiles, simulando vibraciones, repitiendo líneas.
El 
movimiento en este caso, corresponde también a la 
relación entre el espectador y la obra si bien no se trata de 
un mero desplazamiento, previsto y previsible, determinable por tanto, sino de 
un ritmo que proviene de la energía, de la fina estructura invisible al ojo 
común, pero que allí está, según puede comprobarse en obras como 
RUPESTRE, HERMANAS EN LUNA II, LÍRIDAS DE ABRIL, RUPESTRE II, URDIMBRE 
III, entre otras.
La luz no es 
representada en estas obras, sino incorporada a ellas, resultando que queda 
plasmada en su composición una energía lumínica insospechada, vibrante, irisada, 
con gran 
poder de radicación. De este modo se advierte que en obras recientes, para 
potenciar el manejo de ese caudal, Cristina Arnedo recurre tanto a 
elementos nuevos como a elementos tradicionales que, aprovechando sus 
experiencias anteriores cristalizan en resultados con original función de 
superficies, volúmenes, color, formas, tensiones, tramas, diversidad de planos, 
transparencias y veladuras según vemos en la serie ENCUENTROS 
(pintura sobre mármol) y en la serie TRAMAS (escultura con 
ramas de árbol).
En el caso de la 
vocación plástica de Cristina Arnedo, el rigor de las leyes 
físicas cede ante el probabilismo de la indeterminación que ha descubierto la 
ciencia en la imagen actual de la naturaleza. Todo es milagro y magia, 
variaciones y transmutaciones. Su interés por el mundo circundante, su 
gusto por la cultura y el arte, posibilitan a esta artista para abrir una 
ventana a la metafísica del devenir que no es cambio de lugar o emplazamiento, 
sino constante transformación renovada de las cosas, que en proceso dialéctico, 
se destruyen al transformarse.
Para ella, la 
belleza armónica de los colores, la sólida estructura 
de las formas, el preciosismo y la 
delicadeza con que la materia puede ser tratada, resultan una 
aportación con la cual Cristina Arnedo contribuye a la plástica 
de hoy, apertura desde el ser estático a la realidad siempre en 
fuga.
La dimensión del 
encanto es en su obra presencia estética que todo lo sugiere y que 
estimula la imaginación y la inteligencia para ver lo invisible 
que nos rodea en el mundo de hoy pletórico de arcanos de la energética 
pluridimensional.
 
BERTA 
TARACENA
Historiadora y 
Crítica de Arte