La vida está formada por ciclos,
aunque en realidad se entrelazan
y todo encuentro es en sí mismo
un ciclo y muchos ciclos comienzan
por un encuentro.
Cristina Arnedo
La relación entre los ciclos, los encuentros y los duelos
no sigue un proceso lineal en la vida. Todos llevamos en el alma encuentros que
no se pueden perder en la memoria, y vuelven una y otra vez al presente, o
ciclos inconclusos. En ocasiones un encuentro nuevo es suficiente para
finalizar algunos ciclos para siempre. Otras veces, un duelo desata ciclos y
encuentros actuales. No hay un orden lógico para los ciclos, encuentros y
duelos, éstos dependen del tiempo del espíritu.
En esta obra Cristina nos comparte las presencias
silenciosas que la acompañan en su labor creativa; materiales que están en sus
obras, pero no son visibles, tales como resinas y minerales, entre otros. Las
tramas naturales de las ramas representan los accidentados caminos de los
ciclos, encuentros y duelos. Es sin duda, una pieza donde la artista pone al
desnudo sus miedos, amores, alegrías y tristezas de una forma bella y estética.