La vida es cambio, estaciones que transcurren, ciclos que terminan y otros que empiezan, renovación constante…
Hace poco más de 6 meses cuando hice la primera de estas fotos comparativas, admirando la belleza invernal de este paisaje cubierto de nieve, no imaginaba que volvería a estar aquí en verano. Tampoco imaginaba los cambios que ocurrirían en mi vida en esos meses, las ausencias, los sueños rotos, los huecos dejados por aquellos que se alejaron y también la luz que trajeron los que llegaron y los que permanecen.
Dichos huecos son como los árboles que caen durante el invierno, dejan un gran vacío en el bosque (o el corazón) y los restos de sus troncos en la tierra permanecen por largo tiempo como un recuerdo del que ya no está.
Durante el invierno, la nieve lo cubre todo y es difícil apreciar la magnitud del los daños, los árboles caídos o talados, los espacios vacíos y los huecos dejados por los árboles faltantes.
Igual que en estas fotos, el tiempo hará su labor en el bosque y pronto ese espacio vacío se llenará de flores y nuevos brotes, justo como a nuestra vida llegan nuevos sueños y personas, aunque el hueco que deja la ausencia permanecerá ahí por siempre. Algunos daños son irreparables y hay vacíos que nunca se llenan.
Cristina