La semana pasada tuve la fortuna de poder
ir a una visita privada de la exposición
"Fernando
Botero. Una Celebración", una extraordinaria retrospectiva curada por
Lina
Botero, hija del maestro, en el marco del
Palacio de Bellas Artes de
la Ciudad de México.
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A las puertas del Palacio. |
En la explanada frente al
Palacio hay varias esculturas de gran formato, monumentales,
como buena parte de su obra y para mi, son espectaculares. La exposición es muy
extensa e incluye obras que forman parte de la
colección particular del
maestro y que pocas veces se exhiben al público.
Pero la
colección que distingue más a esta expocición, y que llama fuertemente la
atención, es la
serie ABU
GHRAIB que
Botero pintó como protesta a abusos realizados
contra los prisioneros en aquella cárcel iraquí. Las obras muestran escenas muy
crudas y de una violencia inusual en su arte. Cito la frase suya con la que abre la sala:
"El arte no tiene poder para
producir cambios sociales o políticos. Pero si tiene el poder para perpetuar en
el tiempo la memoria de un episodio. El mundo recuerda el bombardeo de Guernica
durante la guerra civil española porque Picasso lo pintó. Lo
mismo sucedió con Goya y los fusilamientos del 2 de mayo. El
arte sirve como testimonio que perdura en el tiempo y en la memoria
colectiva"
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Abu Ghraib. |
Toda la exposición es maravillosa, pero hay una frase de
Botero que me emocionó profundamente:
"Soy pintor de la
vieja guardia. Amo la pintura, los colores, los pinceles y el olor a trementina.
Hago mis obras con mis propias manos. No saben los los artistas de hoy en día de
lo que se pierden"
Para mi, que disfruto tanto el contacto con la
pintura, el aguarrás, los materiales y toda la experiencia sensorial que implica
pintar "a la antigua", esta frase en una joya. Bravo maestro!!
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