Por diversas circunstancias en este momento de mi vida mi
taller está en la casa dónde vivo y mientras pinto tengo la compañía constante
de mi perro, un Pastor Alemán grande y corpulento que ignorante del gran espacio
que ocupa su cuerpo, insiste en permanecer en el suelo junto
mi, estorbando mi pasos pero ofreciendo
siempre su protección y compañía.